
La Municipalidad de Lima ha decidido subastar la operación de los trenes donados por Caltrain para la línea Lima-Chosica. Esta decisión, aprobada por el Concejo Metropolitano, busca acelerar el funcionamiento de este proyecto ferroviario, que ha enfrentado demoras y controversias. El alcalde Rafael López Aliaga ha defendido la medida como la mejor opción para atraer inversión privada y asegurar la operación de los trenes por un periodo prolongado, incluso hasta 30 años.
¿Por qué la subasta?
La gestión de López Aliaga argumenta que la subasta es la vía legal más eficiente para poner en marcha los trenes, evitando las complejidades burocráticas. Se busca un operador privado que se encargue de la operación y mantenimiento de la línea, asegurando un servicio eficiente para la población. La modalidad de usufructo se plantea como una alternativa atractiva para inversionistas, garantizando un retorno de la inversión a largo plazo.
Controversia con el MTC
Sin embargo, la decisión ha generado controversia. El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) ha expresado su preocupación por la falta de consenso técnico y la posible afectación a la planificación del sistema ferroviario nacional. El MTC ha cuestionado la viabilidad del proyecto en su formato actual y ha propuesto diferentes estrategias para su desarrollo. La discrepancia entre la municipalidad y el MTC ha generado tensiones y debates públicos sobre la mejor manera de proceder con el proyecto.
Detalles de la Subasta
Los detalles específicos de la subasta aún no se han revelado públicamente. Se espera que en las próximas semanas se publique información sobre los requisitos para participar, el proceso de licitación, y los criterios de evaluación de las propuestas. La transparencia en este proceso será crucial para garantizar la eficiencia y la equidad en la selección del operador privado.
El futuro del tren Lima-Chosica
El futuro del proyecto ferroviario Lima-Chosica pende de un hilo, dependiendo del éxito de la subasta y la capacidad del operador privado seleccionado para gestionar eficazmente la línea. Las expectativas son altas, pero también las incertidumbres. El proyecto representa una apuesta significativa para mejorar la conectividad y el transporte público en Lima, y su éxito dependerá de la colaboración entre el sector público y privado, así como de una planificación cuidadosa y eficiente.
La subasta se presenta como una solución innovadora, pero también arriesgada. Su éxito o fracaso determinará no solo el futuro del tren Lima-Chosica, sino también el modelo de gestión de proyectos de infraestructura en el país.
Fuente: Gestión