
El panorama para las micro y pequeñas empresas (MYPES) en Perú es preocupante. Un reciente reporte de ComexPerú revela una alarmante caída en sus ventas y una disminución significativa en su contribución al Producto Bruto Interno (PBI). ¿Qué implicaciones tiene esto para la economía y, más importante aún, para los sueldos de los trabajadores en estas empresas?
Las ventas totales anuales de las MYPES cayeron un 0.8% en el último año, marcando la segunda contracción anual consecutiva. Esta reducción de S/ 155,697 millones a S/ 154,380 millones refleja una tendencia preocupante que ha llevado a una disminución drástica en su participación en el PBI. De representar el 25% hace una década, ahora apenas contribuyen con el 14%.
Impacto en diferentes sectores
El impacto no es uniforme. Los sectores productivos han sido los más golpeados, con un desplome del 9.1% en sus ventas. El comercio también sufrió, con una reducción del 6.2%, mientras que el sector servicios experimentó un ligero crecimiento del 2.2%. Esta disparidad indica la necesidad de un análisis sectorial específico para abordar las causas subyacentes de la crisis.
El salario de los trabajadores se desploma
La disminución en las ventas tiene un efecto directo en los ingresos de los trabajadores. El ingreso promedio mensual de los trabajadores independientes en una MYPE se redujo en un 16%, pasando de S/ 968 en 2023 a S/ 813 en 2024. La caída fue más pronunciada en las MYPES formales (-20.5%) que en las informales (-10.3%).
Causas de la caída: Formalidad, inseguridad y competitividad
Las razones detrás de esta situación son multifacéticas. La falta de incentivos para la formalización, la creciente inseguridad ciudadana (especialmente las extorsiones) y la disminución de la competitividad de las MYPES formales son factores clave que contribuyen a la crisis.
Muchos emprendedores no perciben los beneficios de la formalización, lo que impulsa la informalidad. La inseguridad, por otro lado, genera costos adicionales para las empresas, afectando sus márgenes de ganancia. Finalmente, la falta de competitividad hace que muchas MYPES formales no puedan sobrevivir en el mercado.
El aumento en el número de MYPES informales (del 86.3% al 86.8%) mientras las formales disminuyen (un 3.1%) ilustra la problemática. Las políticas de salario mínimo también juegan un papel importante, forzando a algunas empresas a optar por la informalidad para poder sobrevivir.
El futuro de las MYPES: Un llamado a la acción
La situación de las MYPES peruanas requiere una atención inmediata. Se necesita un enfoque integral que aborde la inseguridad ciudadana, impulse la formalización a través de incentivos atractivos y promueva la competitividad de las empresas. Sin una acción efectiva, el impacto negativo en la economía y en el bienestar de los trabajadores continuará creciendo.
Fuente: Gestión