¡Sorpresa! Hernando de Soto abandona la carrera presidencial

El panorama político peruano ha experimentado un giro inesperado con la renuncia de Hernando de Soto al partido Progresemos, dejando fuera de la contienda presidencial del 2026 al reconocido economista. Esta decisión, tomada luego de fuertes discrepancias con el presidente del partido, Paul Jaimes, ha generado un gran revuelo en el ámbito político nacional.

Diferencias Irreconciliables

Las tensiones entre De Soto y Jaimes se habían intensificado en las últimas semanas, culminando en la irrevocable decisión del economista de abandonar la carrera presidencial. De Soto ha expresado públicamente sus críticas a la gestión de Jaimes, alegando que el partido está controlado por un «clan familiar» y necesita una democratización urgente. Estas acusaciones han puesto en evidencia la fragmentación interna del partido y la falta de consenso en su dirección.

El Futuro de Progresemos en Entredicho

La salida de De Soto deja a Progresemos en una situación vulnerable, cuestionando su viabilidad como fuerza política de cara a las próximas elecciones. La figura de De Soto era, sin duda, un activo importante para el partido, y su ausencia podría afectar significativamente sus perspectivas electorales. La falta de liderazgo consolidado y las luchas internas podrían resultar en una desmovilización de sus bases y una disminución en su influencia política.

Reacciones y Consecuencias

La renuncia ha generado diversas reacciones en el espectro político. Algunos analistas consideran que la decisión de De Soto es un golpe para Progresemos, mientras que otros ven una oportunidad para que el partido se reorganice y fortalezca su propuesta política. Se espera que los próximos días aclaren el futuro del partido y sus posibles candidatos en las elecciones del 2026.

La Perspectiva de De Soto

De Soto ha manifestado su intención de continuar su lucha contra el crimen organizado y su compromiso con la formalización del país. Aunque fuera de la carrera presidencial por Progresemos, su influencia en el debate político nacional seguirá siendo relevante. Su renuncia marca un hito en el proceso electoral, dejando abierta la posibilidad de nuevas alianzas y cambios en la dinámica política peruana.

La decisión de De Soto pone de manifiesto la complejidad del escenario político en Perú, destacando la importancia de la unidad interna y la transparencia en los partidos políticos para el desarrollo de un proceso electoral justo y representativo. El futuro dirá si esta renuncia es una victoria o una derrota, tanto para De Soto como para Progresemos.

El impacto a largo plazo de esta decisión sigue siendo incierto, pero es evidente que ha reconfigurado la dinámica de la carrera presidencial y ha planteado interrogantes sobre el futuro del partido Progresemos y las estrategias de los otros aspirantes a la presidencia.

Fuente: Gestión