
El nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, previsto inicialmente para inaugurar a fines de enero del 2025, ha sufrido un nuevo retraso. Tras la primera fecha límite, el 18 de diciembre de 2024, el gobierno peruano ha anunciado una tercera prórroga, fijando la nueva fecha de apertura para el 30 de marzo del 2025. Esta decisión ha generado interrogantes sobre la capacidad del concesionario, Lima Airport Partners (LAP), para cumplir con los plazos establecidos.
¿Tiempo razonable o simple aplazamiento?
La Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (AETAI) considera que la prórroga hasta marzo es «un tiempo razonable». Sin embargo, reconocen que el cumplimiento depende de la finalización de la infraestructura y las pruebas operativas. Si estas no se completan a tiempo, otra prórroga podría ser inevitable. La AETAI recalca la importancia de que el nuevo terminal se inaugure correctamente, evitando problemas operativos desde el inicio.
Preocupaciones sobre la infraestructura y las pruebas
La nueva fecha implica que la puesta en marcha del nuevo terminal aéreo no se garantiza completamente. La AETAI señala que se necesita un tiempo adecuado para realizar las pruebas operativas de la nueva infraestructura sin interferencias de la actividad real del aeropuerto. Además, se requiere de una capacitación extensiva tanto para el personal del aeropuerto como para las compañías aéreas. La complejidad del nuevo terminal, con su nueva sala de embarque, mostradores de facturación, sistemas de cintas transportadoras y estacionamientos para aeronaves, exige una preparación exhaustiva.
Penalizaciones por incumplimiento
El gerente de la AETAI reconoce que LAP ha incumplido plazos anteriores, lo que conlleva la aplicación de penalizaciones. Aunque se espera que el nuevo terminal abra eventualmente, la falta de puntualidad plantea preguntas sobre la gestión del proyecto y la capacidad de LAP para cumplir con las expectativas del sector. La incertidumbre continua rodea la operación eficaz del nuevo aeropuerto.
El futuro del Aeropuerto Jorge Chávez
La tercera prórroga para la inauguración del nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez resalta la complejidad de proyectos de esta envergadura. La presión para entregar un terminal eficiente y seguro es alta, considerando la importancia del aeropuerto para la economía peruana. El éxito del proyecto depende no solo de la finalización de la construcción, sino también de una planificación detallada de las pruebas operativas y la capacitación del personal. La nueva fecha de marzo, aunque considerada razonable por algunos, representa un desafío importante que LAP debe superar.
El impacto de este retraso se extiende a las aerolíneas y los pasajeros, generando incertidumbre sobre los horarios de vuelos y la experiencia general del viaje. La atención se centra ahora en si esta tercera fecha límite se cumplirá, o si se anunciarán nuevas prórrogas, añadiendo más incertidumbre al futuro del Aeropuerto Jorge Chávez.
Fuente: Gestión