¿Jefe ausente? ¡Domina el teletrabajo con un gerente «manos libres»!

Trabajar a distancia con un jefe que delega al máximo, o con un estilo «manos libres», puede ser un desafío, pero también una gran oportunidad para demostrar autonomía y proactividad. El secreto radica en la comunicación efectiva y una buena gestión del tiempo.

Comprende tu estilo de trabajo y el de tu jefe

Antes de comunicarte con tu gerente, reflexiona sobre tu propio método de trabajo. ¿Necesitas mucha supervisión o prefieres la independencia? ¿Cómo asimilas mejor la retroalimentación? ¿Qué te motiva y cuáles son tus prioridades? Una vez que lo tengas claro, comparte esta información con tu jefe para asegurar que ambos trabajen de forma cómoda y eficiente.

Reuniones regulares, claves para el éxito

Incluso si prefieres la autonomía, las reuniones individuales cortas y regulares (semanales o quincenales) son cruciales. Estas no deben ser sesiones formales de evaluación, sino momentos para conectar, alinear objetivos y mantener la visibilidad de tu trabajo. Planifica una agenda con anticipación para optimizar el tiempo.

Comparte tus logros

Compartir tus éxitos puede ser incómodo, pero es fundamental para que tu gerente reconozca tu trabajo y tu aportación al equipo. Integra tus logros en las reuniones individuales como una forma de mantenerte visible y demostrar tu valor.

Conecta con los colegas de tu jefe

Ampliar tu red de contactos dentro de la empresa puede abrir puertas a oportunidades que tu gerente, con su estilo «manos libres», podría no considerar inmediatamente. Habla con tu jefe para obtener su aprobación antes de conectar con otros líderes, y planifica tus reuniones estratégicamente para obtener información valiosa.

Consejos adicionales para el teletrabajo con un gerente «manos libres»

Mantén una comunicación proactiva: informa regularmente sobre tu progreso, tanto los éxitos como los desafíos. Prevé posibles problemas y plantea soluciones antes de que se conviertan en obstáculos. Gestiona eficazmente tu tiempo y establece metas claras para mantenerte organizado y enfocado. Prioriza tu trabajo y establece un equilibrio entre tu vida personal y profesional.

Recuerda que la clave para el éxito en esta dinámica es la comunicación proactiva, la organización personal, y la capacidad para gestionar tu tiempo y tus prioridades de manera efectiva, mientras que aprovechas la autonomía para mostrar tus habilidades.

Fuente: Gestión