¡Escándalo en Sierra Metals! Pagos millonarios a ejecutivos desatan la furia de Alpayana

La adquisición de Sierra Metals por parte de Alpayana ha generado una intensa controversia. Alpayana, el nuevo accionista mayoritario, ha acusado a la minera canadiense de realizar pagos ilegales a su alta gerencia. Sierra Metals, por su parte, ha rechazado categóricamente estas acusaciones, defendiendo la legalidad y transparencia de los pagos.

Pagos justificados o abuso de poder?

El conflicto se centra en los «beneficios por cambio de control», también conocidos como «change of control entitlements». Sierra Metals argumenta que estos pagos, ampliamente divulgados en la documentación pública y en la información proporcionada a Alpayana durante el proceso de due diligence, son estándar en el mercado canadiense y se destinaron a asegurar la estabilidad de la empresa durante la adquisición.

La minera sostiene que estos acuerdos fueron cruciales para retener al equipo directivo durante los siete meses que duró la oferta pública hostil. Señala que la modificación unilateral de los contratos laborales ya existentes sería ilegal y éticamente cuestionable.

Alpayana: una adquisición conflictiva

La adquisición comenzó en diciembre de 2024 con una oferta hostil de CAD $0.85 por acción, considerada inadecuada por la junta directiva de Sierra Metals. Alpayana luego mejoró su oferta a CAD $1.15, pero mantuvo una estrategia considerada por Sierra Metals como adversaria, alargando innecesariamente el proceso y desviando recursos.

Durante las negociaciones de abril, Alpayana solicitó la eliminación de los beneficios por cambio de control en los contratos de algunos ejecutivos, una petición rechazada por Sierra Metals por considerarla ilegal e inmoral. Tras esta negativa, Alpayana abandonó las conversaciones y retomó su enfoque hostil.

Sierra Metals: defensa enérgica

Sierra Metals enfatiza que los pagos no solo cumplían con lo contractualmente acordado, sino que eran necesarios para una transición ordenada. Además, aclara que estos beneficios se activan incluso si el ejecutivo renuncia por «causa justificada», desmintiendo la afirmación de Alpayana sobre la eliminación de una cláusula de «doble gatillo».

La minera lamenta las declaraciones de Alpayana, calificándolas de engañosas e indicativas de una falta de respeto a las normas del mercado canadiense. Asegura que estas acciones han generado incertidumbre entre los empleados y han perjudicado la gestión operativa.

¿Qué sigue para Sierra Metals?

Con la adquisición de Alpayana casi concluida (93.82% de las acciones), la tensión entre ambas partes continúa. Las consecuencias de esta disputa podrían afectar el futuro de Sierra Metals, especialmente si Alpayana decide deslistar las acciones de la compañía, como ha anunciado.

El caso plantea interrogantes sobre las prácticas de adquisición en el sector minero y la importancia de la transparencia en las negociaciones y en la remuneración de los ejecutivos. Se espera que las próximas semanas aclaren el futuro de la minera y las implicaciones de esta tensa transición de propiedad.

Fuente: Gestión.pe