¡Sorpresa Amazónica! El río cambia de rumbo y deja a Colombia en seco

Un fenómeno geográfico sorprendente está redibujando el mapa del Amazonas: el caudaloso río se está desplazando gradualmente hacia territorio peruano, dejando a Colombia con una preocupante disminución de su flujo. Este cambio, que ha venido ocurriendo durante las últimas tres décadas, intensifica una disputa territorial entre ambos países, pero sobre todo, plantea un serio desafío ambiental y económico para la ciudad colombiana de Leticia.

Un río que se aleja

El río Amazonas, el más largo y caudaloso del mundo, concentra ahora casi el 80% de su flujo en el lado peruano. Estudios recientes revelan que en junio de este año, apenas un 19.5% del caudal pasaba por los brazos colombianos, una cifra alarmante que presagia un futuro crítico para Leticia, el principal puerto fluvial colombiano, que podría quedarse sin acceso directo a las aguas del Amazonas durante la época seca.

¿Sedimentación o cambio climático?

Expertos atribuyen este desplazamiento a una combinación de factores. La sedimentación en los brazos colombianos obstruye el flujo del agua, mientras que la erosión profundiza los canales peruanos. La geomorfología del lado colombiano, más resistente a la erosión, hace que el río prefiera el curso peruano.

Un problema con soluciones ignoradas

Desde hace años, se han propuesto soluciones técnicas para mitigar el problema, incluyendo el dragado entre las islas Chinería y Ronda, y la construcción de espolones sumergidos en el canal peruano para redirigir el flujo. Sin embargo, estas propuestas viables nunca se implementaron.

El impacto en Colombia

Las consecuencias para Leticia son de gran alcance. La pérdida del acceso directo al río Amazonas impactaría negativamente la economía, la vida social y la cultura de la región. Ecosistemas vitales como los lagos de Yahuarcaca, esenciales para la biodiversidad y las comunidades locales, también se verían afectados por la disminución del flujo de agua.

Llamado a la acción

Ante esta situación crítica, expertos insisten en la necesidad de reabrir el diálogo diplomático entre Perú y Colombia, retomar los estudios y evaluar medidas urgentes para enfrentar este desafío. La falta de acción podría tener consecuencias devastadoras para Colombia y su icónico río, además de agudizar la tensión entre ambos países.

El cambio en el curso del Amazonas es un recordatorio del impacto del cambio climático y la importancia de la cooperación internacional para la gestión de los recursos hídricos. La inacción se presentaría como una negligencia frente a un problema que amenaza no solo el ecosistema, sino también las relaciones diplomáticas entre dos naciones.

Fuente: Gestión.pe