Nueva Terminal del Aeropuerto Jorge Chávez: ¿Sanciones a la vista para LAP?

La inauguración de la ampliación del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, prevista para el 30 de marzo, pende de un hilo. Tras una segunda prórroga otorgada a Lima Airport Partners (LAP), el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) anunció que la fecha límite no se cumplirá. Ositrán, el organismo supervisor, reporta un avance del 95.5%, pero con observaciones técnicas y licencias pendientes.

Puntos críticos y posibles sanciones

El nuevo terminal presenta “puntos críticos”, según Ositrán. Si LAP no completa el 100% de las obras, se aplicarán sanciones, incluyendo multas económicas. El monto exacto dependerá de un análisis que evaluará el impacto del retraso. Francisco Jaramillo, gerente de Supervisión y Fiscalización de Ositrán, afirmó que el mecanismo de penalidades se activará si no se llega al 100% de avance.

La posición de Ositrán

Verónica Zambrano, presidenta de Ositrán, aclaró que, hasta el momento, no existe incumplimiento contractual debido a la prórroga formal. Sin embargo, si hay una nueva prórroga o si persisten problemas con licencias (no solo de LAP, sino también de aerolíneas), la situación se reevaluará. Las sanciones solo se aplicarían después del vencimiento del plazo.

Flexibilidad en las observaciones

Ositrán especifica que las fallas críticas deben corregirse antes de la apertura. Sin embargo, observaciones “no críticas”, como detalles en la orientación de equipos o acabados, podrían corregirse una vez que el terminal esté en funcionamiento. La situación es compleja y requiere una atención detallada para asegurar la inauguración del nuevo terminal en las mejores condiciones.

El futuro del Aeropuerto Jorge Chávez

El retraso en la inauguración genera incertidumbre sobre el impacto en la operatividad del aeropuerto y la capacidad para gestionar el creciente flujo de pasajeros. La situación pone de manifiesto la complejidad de los proyectos de infraestructura de gran envergadura y la necesidad de una planificación y ejecución rigurosa para evitar retrasos y posibles sanciones.

Las repercusiones de este retraso se extenderán a los viajeros, aerolíneas y a la economía peruana en general. La atención se centra ahora en la determinación de las sanciones, la nueva fecha de inauguración y las medidas que se tomarán para garantizar el funcionamiento óptimo del nuevo terminal.

La presión sobre LAP es alta, y la decisión de Ositrán sobre las sanciones será crucial para determinar el futuro del proyecto. La transparencia en este proceso es fundamental para mantener la confianza pública.

Fuente: Gestión