
La Superintendencia de Industria y Comercio de Colombia ha impuesto una multa de US$5 millones a las empresas lácteas Gloria, Lactalis, Hacienda San Mateo y Sabanalac. La razón: engaño al consumidor. Estas compañías fueron acusadas de vender leche entera higienizada (UAT) a la que habían añadido lactosuero, un aditivo prohibido en Colombia debido a su menor valor nutricional en comparación con la leche pura. Esta práctica les habría otorgado una ventaja competitiva significativa, ya sea al vender a precios similares a sus competidores, ampliando sus márgenes de ganancia o, incluso, reduciendo los precios y compitiendo en volumen.
¿Cómo se descubrió el engaño?
La Superintendencia se basó en pruebas realizadas por el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima). Estas pruebas detectaron altos niveles de Caseinomacropéptido – CMP – en las muestras de leche de las marcas Medalla de Oro, Máxima, Algarra, De la Cuesta, Alkosto Hiperahorro, Parmalat, Latti y Pomar. La presencia de estos altos niveles de CMP es un claro indicador de la adición de lactosuero a la leche. Además de las pruebas del Invima, la Superintendencia encontró evidencias económicas que sustentaban la acusación. En algunos casos, los inventarios de lactosuero no fueron justificados y los costos de insumos de algunas empresas eran menores que los de sus competidores, indicando un uso de materia prima más económica: el lactosuero, en lugar de la leche cruda.
Las sanciones
La decisión de la Superintendencia se basa en que las empresas indujeron a error a los consumidores al no informar sobre la adición de lactosuero. Esto afecta la capacidad de decisión del consumidor sobre la naturaleza y la calidad del producto. Las sanciones se aplican de manera diferenciada según las pruebas encontradas:
- Gloria y Hacienda San Mateo: Altos niveles de CMP y evidencias económicas.
- Lactalis: Altos niveles de CMP y evidencias económicas.
- Sabanalac: Altos niveles de CMP.
La multa total asciende a $21,000 millones de pesos colombianos, equivalente a aproximadamente US$5 millones. Este caso pone en evidencia la importancia de la transparencia y el cumplimiento de las normas en la industria alimentaria para proteger a los consumidores.
El impacto del caso
Este caso no solo afecta a las empresas sancionadas, sino que también genera un precedente importante para la industria láctea en Colombia y en toda la región. Se refuerza la necesidad de un control más estricto en la producción y distribución de alimentos, para prevenir prácticas fraudulentas y garantizar la calidad de los productos que llegan a los consumidores. El impacto económico para las empresas involucradas podría ser significativo, y este caso seguramente servirá como advertencia para otras empresas que puedan estar utilizando prácticas similares.
El caso resalta la importancia de la regulación y el control en la industria alimentaria, y la necesidad de proteger a los consumidores de prácticas fraudulentas.
Fuente: Gestión