
Un nuevo informe revela una impactante realidad en Perú: la inseguridad ciudadana está forzando el cierre o la reducción de actividades de numerosos negocios. Más del 30% de los peruanos ha sido testigo directo de este fenómeno en el último año, una cifra que se dispara hasta el 50% en Lima. El estudio, realizado por el Tercer Reporte del Observatorio del Crimen y la Violencia, pinta un panorama preocupante para la economía y el bienestar social del país.
El impacto en la economía local
El cierre de negocios locales, como bodegas, restaurantes y peluquerías, representa un duro golpe para la economía peruana. Estas pequeñas empresas, pilar fundamental de muchos barrios, están sufriendo las consecuencias directas del aumento de la delincuencia, lo que afecta no solo a los dueños, sino también a los empleados y a la comunidad en general. La incertidumbre generada por la inseguridad desalienta la inversión y el crecimiento económico a nivel local.
Más allá de las cifras: el miedo y la ansiedad
El informe destaca que el impacto de la inseguridad trasciende lo económico. Un significativo 75% de los peruanos reporta haber experimentado ansiedad o estrés debido a la situación, cifra que aumenta al 89% en Lima. Este dato refleja el miedo generalizado que se ha instalado en la población, afectando su salud mental y su calidad de vida. La sensación de inseguridad limita la libertad de movimiento y la participación social, creando un ambiente de temor que perjudica a toda la sociedad.
El fraude digital: una amenaza creciente
El estudio también alerta sobre el aumento del fraude digital. Un 70% de los peruanos se siente inseguro a la hora de identificar intentos de phishing, lo que los convierte en víctimas potenciales de estafas en línea. Los mensajes sospechosos llegan principalmente a través de SMS y WhatsApp, plataformas que utilizan los ciberdelincuentes para perpetrar sus engaños.
Extorsión: un delito en aumento
La extorsión es otro delito en crecimiento, con un aumento significativo de denuncias desde el 2018. La falta de eficacia en la lucha contra este tipo de crímenes genera aún mayor inseguridad e impunidad, debilitando la confianza en las instituciones y en las fuerzas del orden.
¿Qué hacer frente a esta situación?
El informe destaca la necesidad de una respuesta integral que aborde tanto los aspectos policiales como los sociales y económicos de la inseguridad. Se requiere un esfuerzo conjunto entre autoridades, empresas y ciudadanos para fortalecer la seguridad, fomentar la inversión y reconstruir la confianza en un futuro más seguro y próspero para todos los peruanos. La falta de avances reales en la lucha contra la extorsión es una señal de alarma que urge abordar con medidas efectivas y contundentes.
Fuente: Gestión