
El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) del Perú discrepan en sus proyecciones de crecimiento económico para el país. Mientras el MEF estima un crecimiento cercano al 4%, el FMI es más cauteloso y prevé una expansión no mayor al 3% para el 2025, con riesgos a la baja. Esta diferencia de opinión genera incertidumbre y plantea interrogantes sobre el futuro económico peruano.
Factores que influyen en la desaceleración
El FMI destaca varios factores que podrían frenar el crecimiento económico peruano. La incertidumbre externa juega un papel importante, pero los riesgos domésticos son igualmente significativos. Se menciona la posible intensificación de la incertidumbre política, las tensiones sociales derivadas del deterioro de la seguridad ciudadana y los posibles choques climáticos como amenazas al crecimiento.
Si bien el consumo privado se mantiene como un motor del crecimiento en el 2025, se observa una desaceleración de la inversión pública. Para el 2026, el FMI proyecta un crecimiento aún menor, alrededor del 2.5%. Las tensiones preelectorales se identifican como un factor que podría afectar negativamente la recuperación de la inversión privada.
Medidas gubernamentales y el potencial minero
El FMI reconoce las recientes medidas del Gobierno para impulsar la participación del sector privado en proyectos de inversión y simplificar las regulaciones. Se espera que estas medidas puedan reactivar la inversión privada y destrabar proyectos mineros e infraestructurales. Sin embargo, la complejidad burocrática y los conflictos sociales continúan representando un obstáculo.
El potencial del sector minero, particularmente en la explotación de minerales críticos como el cobre (Perú posee las segundas reservas mundiales más grandes), se destaca como una oportunidad clave para impulsar el crecimiento potencial. Sin embargo, una importante cartera de proyectos mineros permanece paralizada debido a la burocracia y conflictos sociales.
Panorama fiscal y desafíos
El FMI señala que el cumplimiento de la meta de déficit fiscal para este año requerirá esfuerzos adicionales, especialmente en un contexto preelectoral. Se indica que sin nuevas medidas, cumplir con las metas fiscales a mediano plazo será un desafío. Para alcanzar la meta de 2025, se estima que se necesitan medidas adicionales equivalentes a aproximadamente un 0.4% del PBI.
Se recomienda impulsar medidas para moderar el gasto público y mejorar la credibilidad fiscal. También se resalta la necesidad de reformas para reducir los costos de Petroperú y mejorar su transparencia y gobernanza. A pesar de las proyecciones, la inflación se espera que se mantenga dentro del rango meta, gracias a la brecha del producto cerrada y expectativas de inflación sólidamente ancladas.
En resumen, el informe del FMI ofrece una visión compleja del panorama económico peruano, destacando tanto las oportunidades como los desafíos que enfrenta el país. La incertidumbre política, los problemas sociales y la burocracia continúan siendo obstáculos importantes para un crecimiento económico más robusto.
Fuente: Gestión