
La ministra de Comercio Exterior y Turismo, Desilú León, ha generado controversia al defender a la presidenta Dina Boluarte en medio del escándalo de corrupción de Qali Warma. El programa social, destinado a la alimentación escolar, ha sido golpeado por acusaciones de irregularidades que expusieron a niños a productos alimenticios no aptos para el consumo humano, incluyendo conservas con carne de caballo. La ministra asegura que la responsabilidad por este grave problema no recae sobre la presidenta ni los ministros, argumentando que las investigaciones en curso deben seguir su curso sin involucrar directamente al poder ejecutivo.
La polémica se intensifica con la orden judicial de levantar el secreto bancario y de comunicaciones de Fredy Hinojosa, vocero de la presidenta y exdirector ejecutivo de Qali Warma. Hinojosa está implicado en acusaciones de organización criminal, colusión agravada y cohecho pasivo propio. A pesar de estas graves acusaciones, la ministra León justifica la permanencia de Hinojosa en su cargo, argumentando que está colaborando con la justicia. León enfatiza que la decisión de mantener a Hinojosa en el equipo de la presidenta Boluarte es exclusiva de la mandataria y no se basa en opiniones personales.
¿Cambios ministeriales a la vista?
León evadió las preguntas sobre los posibles cambios ministeriales que se especulan en el gobierno de Boluarte. Si bien reconoció la posibilidad de ajustes en el gabinete en cualquier momento, se mantuvo cautelosa al no confirmar ni descartar modificaciones inminentes. El foco de atención de la ministra se mantiene en la colaboración con la justicia y en el trabajo continuo del gobierno.
La polémica observación a la Ley de Detención Preliminar
La ministra también defendió la observación del Poder Ejecutivo a la Ley de Detención Preliminar, alegando que se trata de una mejora al proyecto normativo y desmintiendo acusaciones de que esta observación busca beneficiar a funcionarios corruptos o empresas mineras ilegales. Según León, las críticas son inducciones tendenciosas que no reflejan la intención objetiva de la observación.
El escándalo de Qali Warma continúa generando indignación pública y debate político. La postura de la ministra León, defendiendo a la presidenta y a un funcionario implicado en la investigación, ha avivado aún más el fuego de la controversia. La ciudadanía exige transparencia y acciones contundentes para sancionar a los responsables de las irregularidades que han afectado gravemente a la salud y el bienestar de niños en todo el país. La observación a la Ley de Detención Preliminar también ha abierto un nuevo frente de discusión sobre la lucha contra la corrupción en Perú.
El caso Qali Warma no solo ha puesto en tela de juicio la gestión del programa social, sino también la capacidad del gobierno para responder eficazmente a las acusaciones de corrupción y la justicia en Perú. Las próximas semanas serán cruciales para observar cómo se desarrollan las investigaciones y si se toman medidas adicionales para evitar que este tipo de situaciones se repitan en el futuro.
Fuente: Gestión