Un informe confidencial de inteligencia estadounidense revela una discrepancia significativa con la narrativa oficial de la Casa Blanca sobre los recientes bombardeos a instalaciones nucleares iraníes. Mientras la Casa Blanca declara un “éxito militar espectacular”, el informe secreto indica que los ataques, aunque retrasaron el programa nuclear iraní por algunos meses, no lo destruyeron.
Ataques aéreos y submarinos
El domingo, Estados Unidos lanzó una serie de ataques aéreos y submarinos contra las instalaciones de enriquecimiento de uranio en Fordó, Natanz e Isfahan. Bombarderos B-2 utilizaron bombas GBU-57 bunker-buster en dos sitios, mientras un submarino atacó un tercero con misiles de crucero Tomahawk.
Declaraciones contradictorias
El presidente Trump celebró los ataques como un triunfo, pero el informe de inteligencia contradice esta afirmación, señalando que las instalaciones subterráneas permanecieron intactas, y que si bien se bloquearon algunas entradas, las centrifugadoras y los depósitos de uranio enriquecido no fueron completamente eliminados. La Casa Blanca calificó el informe como “totalmente erróneo” y lamentó su filtración.
Reacción de Irán
Irán, por su parte, aseguró haber tomado las medidas necesarias para asegurar la continuidad de su programa nuclear, afirmando poseer reservas de uranio enriquecido. Un asesor del ayatolá Ali Jamenei reforzó esta postura.
Contexto del conflicto
Los ataques se produjeron en el marco de una guerra de 12 días entre Irán e Israel, conflicto que culminó con un alto el fuego mediado por Trump. Israel acusa a Irán de buscar la obtención de armas nucleares, una acusación que Teherán niega, defendiendo su derecho a un programa nuclear civil.
Opiniones divididas en el gobierno de EE. UU.
Las opiniones dentro del gobierno estadounidense sobre el éxito de los bombardeos están divididas. Mientras el secretario de Defensa, Pete Hegseth, habla de una “devastación” del programa nuclear iraní, el jefe del Estado Mayor Conjunto, Dan Caine, se muestra más cauto, describiendo los daños como “extremadamente graves”.
La discrepancia entre la información pública y el informe confidencial genera interrogantes sobre la transparencia y la evaluación real del impacto de los bombardeos en las ambiciones nucleares de Irán. El futuro del programa nuclear iraní y la estabilidad regional siguen siendo temas inciertos, con las declaraciones contradictorias entre la Casa Blanca y el informe de inteligencia como un claro indicativo de la complejidad y las implicaciones geopolíticas del conflicto.
Fuente: Gestión.pe