
La Digemid del Perú ha emitido una alerta sobre posibles riesgos asociados al uso de pastas dentales que contienen fluoruro de estaño, tras una advertencia similar en Brasil. Si bien no se ha prohibido su venta, la alerta busca informar a la población sobre potenciales efectos secundarios.
¿Qué es el fluoruro de estaño y por qué genera preocupación?
El fluoruro de estaño (SnF₂) es un compuesto químico usado en algunos dentífricos por su eficacia en la prevención de caries, reducción de la sensibilidad dental y fortalecimiento del esmalte. Se diferencia del fluoruro de sodio (NaF) por su mayor adherencia a los dientes, lo que prolonga su efecto. Sin embargo, esta misma característica podría causar irritación en las mucosas de la boca (mejillas, labios, encías, lengua o paladar) en personas sensibles.
¿Es tóxico el fluoruro de estaño?
A pesar de las alertas, el fluoruro de estaño no está catalogado como tóxico ni prohibido. Las concentraciones en las pastas dentales suelen oscilar entre 0.4% y 1.1%. Se recomienda que la concentración no supere el 0.5%, especialmente para personas con sensibilidad o lesiones bucales.
Reacciones adversas y recomendaciones
En caso de experimentar ardor, escozor, hinchazón o lesiones bucales tras el uso de pastas con fluoruro de estaño, se aconseja cambiar a una pasta dental con fluoruro de sodio. Es importante recordar que cada pasta dental tiene una función específica y consultar a un odontólogo antes de elegir una.
Alternativas caseras: ¿son seguras?
El uso de remedios caseros como bicarbonato, sal o arcilla como sustitutos de la pasta dental no es recomendable. El bicarbonato, por ejemplo, puede causar quemaduras en los tejidos blandos. La evidencia científica no respalda el uso de sal o arcilla para la higiene bucal.
Recomendaciones finales
No se debe suspender el uso de pasta dental, que sigue siendo fundamental para la salud bucal. La clave está en usar la cantidad correcta: un grano de quinua para niños (aumentar gradualmente a un grano de arroz), y el tamaño de un frijol para adultos. Una higiene bucal adecuada, con la supervisión de un odontólogo, es esencial para prevenir enfermedades orales.
Fuente: Gestión