
El café peruano, tras alcanzar su precio más alto desde 1997 en 2024, enfrenta un panorama incierto debido a la volatilidad del mercado y a las políticas arancelarias de Estados Unidos. Los aranceles impuestos por la administración Trump, aunque temporalmente reducidos, han generado una marcada disminución en la demanda de café peruano para exportación, dejando a los productores en una situación compleja.
La Organización Mundial del Café (ICO) reportó una caída del 1.8% en los precios mundiales del café en marzo, atribuida a los aranceles estadounidenses y a una menor confianza del consumidor en ese país. Si bien el precio del quintal de café ha experimentado una recuperación luego del anuncio de una reducción temporal de los aranceles al 10%, la incertidumbre persiste, frenando las exportaciones peruanas.
Impacto en las Exportaciones Peruanas
A pesar de que el precio actual del café sigue siendo favorable, los temores de una caída en el consumo global presionan a productores y exportadores. La demanda de café peruano se ha estancado, con contratos principalmente para embarques inmediatos, mientras que los contratos a futuro son prácticamente inexistentes. Esta situación dificulta la planificación de la cosecha y la proyección de las exportaciones.
Si bien Perú exporta entre el 25% y 30% de su café a Estados Unidos, los aranceles exacerban la débil demanda existente. Los compradores internacionales evitan tomar posiciones a mediano o largo plazo, creando un ambiente de incertidumbre e inhibiendo las compras significativas. Las adquisiciones se limitan a lo estrictamente necesario, en cantidades reducidas y con contratos de muy corto plazo (2 o 3 meses).
El Reto de la Nueva Regulación
La situación se complica aún más con la inminente aplicación de la normativa europea de sostenibilidad, que exigirá certificaciones de trazabilidad y sostenibilidad a partir de fines de 2025 para grandes operadores y comerciantes y microempresas y pequeñas empresas desde mediados del 2026. Esta regulación, sumada a la presión de los aranceles estadounidenses, representa un doble desafío para el sector cafetalero peruano.
Mientras que algunas cooperativas han avanzado en su adaptación a la norma europea (70-80%), la mayoría de los productores pequeños e independientes, especialmente en zonas rurales, carecen de los recursos para cumplir con los requisitos. Esta situación genera una desigualdad competitiva con países como Colombia, Brasil y Ecuador, que reciben mayor apoyo estatal.
El Futuro del Café Peruano
Se estima que el impacto de los aranceles, junto con la falta de adecuación a la norma europea, podría generar una caída de aproximadamente US$ 40 millones en el valor de las exportaciones de café en 2025. A pesar del precio internacional elevado, alcanzar los niveles de exportación del año anterior (alrededor de US$ 1,100 millones) será un desafío significativo.
El sector cafetalero peruano solicita al gobierno la reactivación de una mesa de agroexportación y agroindustria para abordar esta situación crítica y brindar apoyo a los productores para adaptarse a las nuevas condiciones de mercado, tanto en Estados Unidos como en Europa. La incertidumbre persiste y el futuro del café peruano depende de una respuesta eficaz y coordinada entre el sector público y el privado.
Fuente: Gestión