
El derrame de petróleo en Lobitos, Piura, ocasionado por Petroperú, ha generado una crisis económica que amenaza con arruinar el verano 2025. El alcalde, Ricardo Bacayán, alerta sobre las devastadoras consecuencias para los negocios locales, principalmente en los sectores turístico y pesquero. Seis playas de la zona se encuentran contaminadas, afectando directamente la pesca de mariscos y de altamar, pilares de la economía local.
Impacto Económico Devastador
La temporada de verano es crucial para la economía de Lobitos. Hoteles, restaurantes y empresas de transporte habían realizado inversiones con la expectativa de un verano próspero. Sin embargo, el desastre ambiental ha generado incertidumbre e importantes pérdidas económicas. El alcalde Bacayán afirma que las familias de Lobitos se enfrentarán a severas dificultades económicas debido a la contaminación de las playas.
Declaraciones del Alcalde
Bacayán refuta las declaraciones de Petroperú, que minimizó el incidente como una “pequeña fuga”. El alcalde recalca la magnitud del daño, con seis de las 21 playas de Lobitos severamente afectadas. Señala la irresponsabilidad de la empresa y exige una solución inmediata y una compensación justa para los afectados.
Respuesta del Gobierno
El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) y varios viceministros de los sectores de hidrocarburos, ambiente y producción pesquera han visitado la zona para evaluar la situación. La magnitud del derrame es evidente y se están implementando acciones para la limpieza de las playas y la mitigación del daño ambiental. Sin embargo, la recuperación económica de la comunidad de Lobitos requerirá un esfuerzo considerable y una respuesta efectiva por parte de Petroperú y el Gobierno.
El Futuro Incierto de Lobitos
La recuperación de las playas contaminadas y la restauración de la actividad económica en Lobitos requieren de una acción rápida y coordinada. El futuro de la zona turística y pesquera pende de un hilo, y la comunidad espera una respuesta contundente de las autoridades y de Petroperú para reparar el daño causado y evitar futuras tragedias. La situación destaca la vulnerabilidad de las comunidades costeras ante los desastres ambientales y la necesidad de implementar medidas más rigurosas para la protección del medio ambiente y la responsabilidad empresarial.
La imagen del derrame y sus consecuencias para los negocios locales muestran la gravedad de la situación y la urgencia de la recuperación. La comunidad necesita apoyo para superar este duro golpe.
Fuente: Gestión.pe