
Bolivia se encuentra en vísperas de una elección presidencial que promete un cambio trascendental. Más de 7.5 millones de bolivianos acudirán a las urnas para elegir a su próximo presidente, vicepresidente y parlamentarios. Este domingo se decidirá si el Movimiento al Socialismo (MAS), en el poder durante dos décadas, continuará su hegemonía o si el país dará un giro político hacia el centro o la derecha.
Una contienda con sorpresas
Aunque ocho organizaciones políticas participan en la contienda, las encuestas apuntan hacia una posible segunda vuelta. Los favoritos son Samuel Doria Medina, empresario de centroderecha, y Jorge «Tuto» Quiroga, expresidente de derecha. Si ninguno de ellos obtiene más del 50% de los votos válidos, o el 40% con una ventaja de diez puntos sobre el segundo, se celebrará una segunda vuelta, algo inédito en la historia reciente de Bolivia.
El MAS, dividido y debilitado
El oficialismo llega a estas elecciones profundamente dividido. El candidato del MAS, Eduardo del Castillo, se encuentra rezagado en las encuestas, al igual que Andrónico Rodríguez, presidente del Senado. La ausencia de Evo Morales, impedido constitucionalmente de postularse, y su llamado al voto nulo, han debilitado aún más las posibilidades del MAS. Este desgaste, sumado a las divisiones internas, podría provocar un cambio significativo en el panorama político.
Un alto porcentaje de indecisos
La alta cifra de indecisos, votos en blanco y nulos, añade una capa de incertidumbre a los resultados. Es importante recordar que solo los votos válidos se contarán para determinar el ganador, incluso si representan una minoría. Este factor podría alterar significativamente las proyecciones iniciales.
Elecciones bajo supervisión internacional
Para asegurar la transparencia del proceso electoral, se desplegaron 14 misiones internacionales de observación, entre ellas la Unión Europea y la OEA, además de cinco delegaciones nacionales. Se implementaron medidas restrictivas, como la prohibición de reuniones masivas, la venta de alcohol y la circulación de vehículos sin autorización.
Un posible punto de inflexión
La jornada electoral del domingo en Bolivia podría marcar un hito en su historia política reciente. La posibilidad de que el MAS pierda el poder después de 20 años de dominio continuo es una realidad tangible, con implicaciones significativas para el futuro del país. El resultado de estas elecciones definirá el rumbo político y social de Bolivia para los próximos cinco años.
La votación, bajo voto obligatorio, se llevará a cabo entre las 8:00 y las 16:00 horas locales. El Sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (Sirepre) proporcionará los primeros datos al cierre de las mesas electorales.
Fuente: Gestión.pe