
Tras semanas de intensas tensiones entre India y Pakistán, que incluyeron el cierre de aeropuertos, ataques con misiles y una escalada militar sin precedentes desde 1999, se ha alcanzado un alto al fuego total e inmediato. El anuncio fue hecho por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien actuó como mediador en las negociaciones entre Nueva Delhi e Islamabad.
El acuerdo, confirmado por autoridades de ambos países, supone la suspensión de todas las acciones militares por tierra, aire y mar. El ministro de Asuntos Exteriores de Pakistán e India anunciaron simultáneamente la entrada en vigor del cese al fuego a las 17:00 hora local (11:30 GMT).
Un conflicto al borde del abismo
La crisis se agudizó tras un atentado en la Cachemira india que dejó 26 muertos y fue atribuido a grupos con base en Pakistán. La respuesta de India, con bombardeos a supuestas bases terroristas en territorio paquistaní, provocó una escalada de ataques cruzados con misiles y drones, dejando al menos 98 víctimas mortales. La situación llegó a tal punto que se cerraron 32 aeropuertos en India y se bloqueó parcialmente el espacio aéreo paquistaní, generando una gran preocupación internacional.
Además de Trump, altos funcionarios del Departamento de Estado de EE. UU. también participaron en las conversaciones. Se ha confirmado que las próximas rondas de diálogos tendrán lugar en un espacio neutral, señalando la intención de buscar una solución pacífica y duradera.
Cachemira: el corazón del conflicto
La disputa entre India y Pakistán por Cachemira se remonta a su independencia del Reino Unido en 1947, generando un historial de guerras y enfrentamientos. A pesar del actual alto al fuego, analistas advierten que la paz podría ser frágil, debido a las causas profundas del conflicto. El riesgo de nuevos enfrentamientos, aunque disminuido, persiste mientras no se aborden estas cuestiones de fondo.
La mediación estadounidense ha sido interpretada como una presión efectiva para evitar una guerra abierta entre dos potencias nucleares. Si bien la India no menciona explícitamente la mediación de EE. UU. en su comunicado oficial, el éxito del acuerdo es un claro indicio del peso diplomático de Washington en la región.
El alto el fuego representa un momento crítico en las relaciones entre India y Pakistán, pero la verdadera prueba estará en la capacidad de ambas naciones para construir una paz sostenible y resolver las raíces del conflicto en Cachemira. La situación demanda un monitoreo constante y la necesidad de un compromiso sincero de ambas partes para la resolución pacífica del conflicto.
La tregua, aunque esperanzadora, no elimina la necesidad de diálogos profundos y duraderos que aborden las causas subyacentes del conflicto y aseguren una paz duradera en la región.
Fuente: Gestión.pe