Perú: ¿Crisis fiscal o recuperación? El déficit del 2.6% del PBI explicado

El déficit fiscal en Perú ha generado un debate nacional. En junio de 2025, se ubicó en 2.6% del Producto Bruto Interno (PBI), una cifra que preocupa a algunos y alivia a otros. Este artículo analiza el panorama económico actual del Perú a través de este indicador clave, profundizando en las causas, las consecuencias y las proyecciones de futuro.

¿Qué significa un déficit fiscal del 2.6%?

Un déficit fiscal se produce cuando el gasto público supera a los ingresos. En el caso de Perú, un déficit del 2.6% del PBI indica que el gobierno gastó 2.6 puntos porcentuales más de lo que recaudó. Si bien este valor puede parecer pequeño, es crucial comprender su impacto en la economía nacional a largo plazo. Un déficit sostenido puede generar una deuda pública creciente, lo que, a su vez, puede afectar la capacidad del Estado para invertir en áreas cruciales como educación, salud e infraestructura.

Factores que contribuyen al déficit

Varias razones explican el déficit fiscal actual. Por un lado, el aumento del gasto público, incluyendo inversión en capital y servicios esenciales, ha sido significativo. Por otro lado, aunque los ingresos corrientes del gobierno se incrementaron considerablemente en el segundo trimestre del 2025, principalmente gracias a una mayor recaudación tributaria, no fueron suficientes para compensar el gasto total.

El rol del MEF y las perspectivas de futuro

El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) juega un rol central en la gestión del déficit. Después de considerar modificaciones a las reglas fiscales, el MEF decidió mantener el «techo» del déficit fiscal en 2.2% del PBI para el año 2025. Esto se basa en la expectativa de un continuo crecimiento de los ingresos tributarios. El objetivo es lograr la consolidación fiscal, reduciendo el déficit al 1% del PBI para 2028. La meta de consolidación fiscal se considera vital para asegurar la estabilidad económica del país y la sostenibilidad de la deuda pública a largo plazo.

Impacto en la economía y la población

El déficit fiscal, aunque en este caso se ha reducido, tiene implicaciones significativas para la economía y la población peruana. Un déficit incontrolable podría afectar la calificación crediticia del país, encarecer el financiamiento público y comprometer la inversión extranjera. Sin embargo, un manejo adecuado del déficit, como el que se espera con las medidas del MEF, podría resultar en un crecimiento económico sostenible sin comprometer la estabilidad económica a largo plazo. El equilibrio entre el gasto público y los ingresos es fundamental para mantener los servicios esenciales y promover el desarrollo económico. La atención debe concentrarse en promover un crecimiento económico sostenido que pueda generar los ingresos necesarios para financiar las necesidades del estado.

Conclusión

El déficit fiscal en Perú es un tema complejo que requiere un análisis profundo y una gestión responsable. Si bien el 2.6% del PBI representa una cifra preocupante para algunos, la tendencia decreciente en los últimos meses, sumada a las medidas tomadas por el MEF, ofrecen un panorama con un nivel de optimismo cauteloso. El éxito de la estrategia del MEF dependerá de la capacidad del gobierno para controlar el gasto público y aumentar los ingresos tributarios, así como de la coyuntura económica internacional.

Fuente: Gestión