
El futuro del tren Lima-Chosica está en juego. El ministro de Transportes y Comunicaciones, César Sandoval, ha solicitado una reunión con el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, para discutir los requisitos técnicos y legales necesarios para la tan esperada «marcha blanca». Esta reunión, crucial para el avance del proyecto, se ha convertido en un punto de tensión entre ambas figuras.
Un proyecto en espera
La «marcha blanca», una prueba crucial antes de la inauguración oficial, requiere la finalización de infraestructuras clave. El ministro Sandoval ha aclarado que se necesitan dos vías de acceso, trece paraderos y cuatro estaciones antes de poder iniciar las pruebas. Sin embargo, la falta de consenso entre el MTC y la Municipalidad de Lima sobre la responsabilidad de cada etapa del proyecto ha generado un retraso significativo.
¿Quién asume la responsabilidad?
El ministro Sandoval ha enfatizado su disposición al diálogo, descartando que el alcalde esté involucrado en actos de desestabilización. Sin embargo, la situación se complica. Si la Municipalidad de Lima decide asumir la obra, deberá presentar un expediente técnico completo, un plan de ejecución detallado y un cronograma preciso. De no ser así, el MTC podría intervenir, pero este proceso, mediante una adenda a la concesión actual, tomaría aproximadamente un año debido a las complejidades técnicas y legales.
Posibles escenarios y consecuencias
La falta de acuerdo entre el MTC y la Municipalidad de Lima podría generar un retraso indefinido en el proyecto, afectando a miles de ciudadanos que esperan beneficiarse de este sistema de transporte. La presión pública aumenta, y el alcalde López Aliaga ha amenazado con protestas si la «marcha blanca» no se inicia en julio. La posibilidad de que la Municipalidad de Lima asuma la obra presenta sus propios desafíos, incluyendo la necesidad de asegurar una gestión eficaz y eficiente del proyecto, dentro de los plazos establecidos. Un retraso prolongado podría tener graves implicaciones en términos de costos y planificación urbana.
La urgencia de una solución
La situación requiere una respuesta inmediata. La población de Lima espera una solución que garantice la rápida implementación del tren Lima-Chosica. La cooperación entre el MTC y la Municipalidad de Lima es fundamental para evitar un conflicto que podría perjudicar significativamente el desarrollo del proyecto y el bienestar de los ciudadanos. Un diálogo constructivo es esencial para superar las diferencias, definir responsabilidades y establecer un cronograma realista para la finalización del proyecto y el inicio de la «marcha blanca». La transparencia en la gestión del proyecto también es clave para mantener la confianza pública.
La falta de consenso entre el ministro y el alcalde ha generado incertidumbre sobre los tiempos de entrega del proyecto, lo que ha generado preocupación en la ciudadanía que espera el inicio de operaciones del tren. Una pronta resolución es necesaria para evitar mayores inconvenientes. La gestión eficiente de los recursos y la planificación adecuada son elementos vitales para el éxito del proyecto.
Fuente: Gestión