El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha salido al frente para desmentir las especulaciones sobre el impacto de los recientes ajustes al Impuesto General a las Ventas (IGV) y al Fondo de Compensación Municipal (Foncomun) en el déficit fiscal. El ministro Raúl Pérez Reyes afirma categóricamente que estos cambios no afectarán el déficit fiscal proyectado para este año, que se mantiene en un 2.2% del Producto Bruto Interno (PBI).
¿Qué cambios se han implementado?
Recientemente, el Congreso aprobó una ley que modifica la distribución de los recursos del IGV. Se reduce del 16% al 14% la porción destinada al erario público, mientras que se incrementa del 2% al 4% la parte destinada al Impuesto de Promoción Municipal (IPM), que financia el Foncomun. Esta modificación, según el MEF, busca solucionar el problema de financiamiento que enfrentan muchas municipalidades pequeñas, con menos de 1000 habitantes, debido a la actual fórmula de reparto basada en la población.
¿Por qué el MEF descarta un impacto negativo en el déficit fiscal?
El ministro Pérez Reyes explica que el incremento en los recursos para el Foncomun no implicará un aumento automático del gasto público. Se enfatiza que existe una política fiscal detrás de esta medida, asegurando que los fondos adicionales se destinarán específicamente a obras públicas en estas municipalidades. Se descarta la posibilidad de que estos fondos se asignen a municipios que no los necesitan o que no los gestionen eficientemente.
Debate y controversia:
A pesar de las declaraciones del MEF, organizaciones como ComexPerú y la Confiep han expresado su preocupación, advirtiendo que el aumento de recursos al Foncomun podría debilitar la sostenibilidad fiscal a largo plazo. Algunos analistas también señalan que la reducción de recursos para el erario público podría obligar al gobierno a recurrir a mayores endeudamientos para financiar otras áreas.
Impacto en las municipalidades:
Para las más de 300 municipalidades pequeñas del país, este cambio representa un incremento significativo en sus recursos. Con un presupuesto mínimo cercano a las 8 UIT (poco más de S/ 42,000), muchas de estas municipalidades enfrentan dificultades para cubrir gastos corrientes e inversión pública. El aumento del IPM busca mejorar su situación financiera y facilitar el desarrollo de proyectos locales.
Conclusión:
La decisión del MEF de redistribuir los recursos del IGV y del Foncomun genera un debate complejo. Si bien el MEF asegura que no habrá un impacto negativo en el déficit fiscal, las preocupaciones sobre la sostenibilidad fiscal a largo plazo y la posible necesidad de mayor endeudamiento por parte del gobierno, deben ser consideradas. El verdadero impacto de esta medida en el corto y largo plazo dependerá de una eficiente gestión de los fondos adicionales por parte de las municipalidades beneficiadas. La transparencia y el monitoreo del uso de estos recursos serán fundamentales para evaluar el éxito de esta reforma.
Fuente: Gestión