
La petrolera estatal Petroperú ha anunciado resultados financieros preocupantes para el primer trimestre de 2025, reportando una pérdida acumulada de US$ 111 millones. Esta cifra, revelada por el presidente de la compañía, Alejandro Narváez, ha generado interrogantes sobre la situación financiera de la empresa y las estrategias para su recuperación.
Un trimestre con resultados mixtos
El primer trimestre presentó una realidad compleja. Si bien enero registró una pérdida de US$ 24 millones pero con un EBITDA positivo de US$ 9 millones, y febrero una leve utilidad de US$ 17 millones, marzo marcó un punto de inflexión negativo. La caída en los precios globales del petróleo impactó significativamente los resultados, dejando una sombra de incertidumbre sobre las perspectivas a corto plazo.
El golpe del petróleo: Caída de precios y consecuencias
La fuerte caída de los precios internacionales del petróleo en marzo tuvo un efecto devastador en los resultados de Petroperú. Esta situación, según Narváez, no es exclusiva de la compañía, ya que la mayoría de las empresas petroleras a nivel mundial han sufrido las consecuencias de esta volatilidad.
El impacto se refleja en la brecha entre la producción local de petróleo (186,000 barriles diarios) y la demanda nacional (286,000 barriles diarios). Esta diferencia, que implica una considerable salida de divisas del país, ejerce una presión significativa en la economía nacional y en las empresas del sector petrolero.
Una luz al final del túnel: ¿Recuperación en camino?
A pesar del panorama adverso, la administración de Petroperú enfatiza una tendencia de recuperación, contrastando con el deterioro financiero heredado de gestiones anteriores. Si bien reconocen la gravedad de la situación, afirman que se están tomando medidas para revertir la tendencia negativa. Narváez, aunque optimista, aclara que no se trata de soluciones mágicas y que la recuperación requiere tiempo y esfuerzo.
El reto de la alta rotación de funcionarios
La alta rotación de funcionarios en años anteriores se ha señalado como uno de los factores que contribuyeron a la crisis. La nueva administración busca estabilizar la gestión y implementar estrategias a largo plazo para fortalecer la situación financiera de Petroperú. Se espera que con una gestión más sólida y una mayor eficiencia, la empresa pueda afrontar los retos del mercado y obtener mejores resultados en el futuro.
Comparativa con el año anterior: Una mejora relativa
El año 2024 cerró con una pérdida de US$ 749 millones, pero la proyección de la administración anterior era aún mayor, alcanzando los US$ 1,030 millones. La actual gestión, asumiendo el cargo en noviembre, logró una reducción de casi US$ 200 millones en esta cifra, lo que indica un cierto grado de control sobre la situación.
El futuro de Petroperú aún presenta desafíos, pero la información sugiere que se están implementando medidas para mejorar la situación financiera. El éxito de estas estrategias será clave para la estabilidad de la compañía y para su papel en la economía peruana.
Fuente: Gestión